Y digo teóricamente porque creo que en la realidad tienen contratados unos cuantos guionistas más sacados directamente de Fox River, Sona, el psiquiátrico Mayfield o del planeta Krypton. Es imposible que personas que hayan tenido una vida medianamente normal hayan tenido ideas tales como amputarse un pecho, ser trans-transexual, tener relaciones con una hermana, meter cocaina en implantes mamarios, etc. Se que hay veces que la realidad supera la ficción, pero estoy segura que muchos hechos de los que nos llaman tanto la atención están inspirados en algo sucedido en Nip/Tuck.

Me llama la atención que el creador de la serie, Ryan Murphy, sea también el creador de otras dos series para adolescentes: Popular y la nueva Glee -que lo está petando y tiene el mayor share de su noche en todos los targets-. Ha escrito 69 capítulos (buena cifra para tratarse de esta serie) y me pregunto si este señor será lo peor o será todo un genio con una imaginación privilegiada, y la verdad es que por diversos motivos prefiero quedarme con lo segundo.

No os creáis que estoy criticando Nip/Tuck o a su creador, todo lo contrario, me encanta ver una serie tan desquiciante en la que todo, absolutamente todo lo que se te pueda pasar por la cabeza, puede suceder. Es más creo que esta serie nos ha hecho aprender mucho sobre la maldad que pueden tener las personas de las que, en malos momentos de tu vida, te rodeas; sobre los amigos interesados; sobre hijos con problemas, etc.

La sexta y última temporada que está emitiendo el canal FX americano nos deja tramas tan sorprendentes como la tricotilotomía desarrollada por Annie, el matrimonio de la madre de Julia con un joven brasileño, Teddy la viuda negra que pretendia matar a Sean, el divorcio de Liz y Christian, pero sobre todo algo que nos va a dar mucho de que hablar: la estancia de Matt en la cárcel. Es una lástima que la serie se termine esta temporada, espero que le den un final digno a la altura de todo lo sucedido y que, sobre todo sea, muy Nip/Tuck.