En estos tiempos de crisis pedirle un aumento a tu jefe podría derivar en carcajada limpia (suya, claro está, porque seguramente tú no te mueras de risa). Pero eso para ti, que por mucho que te creas el centro del universo (ah... ¿que eso sólo me pasa a mí?) en realidad eres tan prescindible como él, seguramente.
Pongamos que trabajas en una oficina, o mejor, en una obra, y tú eres el que pone los ladrillos de una casa, casi casi lo más importante. Si te despidiesen mañana, ¿se quedaría la casa en los cimientos por tu culpa? Seguramente no, al poco tiempo tendrían a otro que lo hiciese, tal vez peor que tú, pero nadie notaría demasiado la diferencia.
Pero imagina ahora un trabajo en el que el producto final estuviese establecido de antemano, y en el que tu trabajo fuese imprescindible, tu forma de poner los ladrillos es irremplazable y sin ti habría que paralizar la obra para siempre.
En la realidad esas cosas no pasan... A no ser que la casa sea una isla y que tú seas uno de los actores de Perdidos (Lost, para los puntillosos). Resulta que Jack y Kate, o más bien, Matthew Fox y Evangeline Lilly, quieren más dinero (lógico, porque cobran una cantidad muy pequeña para lo que, seguramente, generan) y obviamente, se lo han dado. Dicen que animados por ellos, otros actores de la serie han pedido también lo suyo. Casualidad o no, ¡todos ellos forman parte de los Oceanic 6!
Eso es lo que me ha llamado la atención, porque hemos vivido otros casos famosos, como el de Friends, en el que los actores se unieron y pidieron subidas salariales hasta límites estratosféricos, pero un día dijeron que se acabó y así fue, nos quedamos sin serie. Pero, ¿qué pasa cuando la serie en la que trabajas (bueno, suponiendo que trabajásemos en una) tiene el final escrito desde el principio? ¿Y si en ese final se supone que sales tú? Pues que tienes el trabajo asegurado y si pides pasta, pues te la van a dar.
Aún así reconozco que piden poco, "sólo" 150.000 dólares por episodio, ¡ya quisiera yo ser tan imprescindible"