No voy a decir que el capítulo de ayer de Aída fuese uno de los mejores de la historia, fue uno más dentro de una gran temporada, la mejor según mi punto de vista, que anoche echaba el cierre por vacaciones hasta que llegue el frío.
Lo que me interesa resaltar son las diferencias abismales que se aprecian entre el capítulo de ayer y el de la semana pasada. No, no me he vuelto loca: lo que quiero comparar son el capítulo de Aída de ayer y el de Yo soy Bea que echaron la semana pasada (bueno, a lo mejor sí que se me ha ido un poco la cabeza...).
Los dos tienen en común una cosa: ambos eran capítulo smuy esperados por la audiencia, uno, por el anunciado cambio de la protagonista de la serie y otro por el esperado beso entre dos de sus personajes principales.
Y ahí terminan las coincidencias.
Mientras que el capítulo de Bea tuvo una trama anodina, sin sustancia alguna y sólo rellenó minutos hasta el momento estelar (de apenas unos segundos) en el que aparecía la ex-fea, en Aída a pesar de que muchos esperaban el beso final entre Luisma y Paz, el resto del episodio no se vió resentido, es más, creo que hubo más tramas incluso que en otros capítulos (ya que aparecían casi todos los personajes habituales, a excepció de Toni, el hermano de Mauricio).
Así, si la semana pasada me sentía engañada y se me quitaban las ganas de ver Yo soy Bea en mucho tiempo, con Aída tuve la sensación amarga del final, con ganas de saber más y de ver más y de algún modo cumplió con las espectativas que tenía. Creo que esto se debe a que el culebrón de las feas ha basado toda su historia en el cambio de su personaje, y no ha buscado nada más que atraiga al espectador, mientras que Aída, además de ser una serie coral puede tener momentos de gran importancia entre los personajes y el resto pueden seguir aportando algo más a la serie.
Sin embargo, la audiencia media de Bea fue de 8 millones y la de Aída de 6... ¿Alguien lo entiende?
En fin, que me da bastante igual cómo será la boda de Bea y Álvaro, pero sobre Aída puedo decir que tengo ganas de ver cómo conviven Luisma, Paz y Lorena en la misma casa o cómo es la hija mayor de Aída (que aparecerá la próxima temporada para que no se note tanto la ausencia intermitente de Carmen Machi). Esa es, para mí, una gran diferencia.
