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Dirt: Leyendo Chica de la Tele y nuestra entrada anterior, escrita por mi compañera Gotty, me he dado cuenta de que no sólo hacía mucho que no hablabamos de esta serie sino que nunca hemos llegado a hablar de ella de verdad.

El Séquito (o Entourage: El juego de Hollywood, según el canal donde lo veas): Después de darme cuenta de que nunca habíamos hablado de la serie de Courteney Cox también me he fijado en que siempre resalto esta serie como una de mis favoritas y nunca había llegado a recomendarosla.

Por dos razones muy distintas:

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  Dirt, porque sin saber por qué me parece una serie rara (por el color, imagino y algún personaje que puede darnos miedo -está comprobado que la esquizofrenia nos produce rechazo psicológicamente-), a pesar de que, la verdad, las historias están muy bien, producen interés, está bien hecha, los guiones son buenos y los actores también. Vamos, que tiene todo o casi todo lo que se le puede pedir a una serie en unos tiempos bastante exigentes. ¿Y entonces? ¿Cuál es el problema? Pues eso ya no lo sé. Supongo que le falta esa magia, ese factor que las televisiones, productoras y equipos de guionistas desconocen (a pesar de que a veces nos hagan creer lo contrario, como si ellos supieran lo que nosotros queremos) que hacen que una serie te apasione. Y Dirt, vete a saber por qué no lo tiene. Y sin embargo, yo tengo ganas de ver su (corta) segunda temporada, y no sólo porque estemos en huelga y no vaya a haber carne fresca de casi todas las producciones posiblemente hasta Septiembre, sino porque tengo ganas de ver cómo evoluciona Lucy Spiller en esta edición.



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  El Séquito creo que nunca he llegado a recomendarla porque no sé cómo hacerlo. Es una serie que no sé vender bien, pero porque simplemente creo que hay que verla. Es verdad, a mí me la recomendó mi hermano, y le veía reirse con las tonterías de Jhonny Drama y no entendía nada, hasta que un día por casualidad me quedé a verla con él y me di cuenta de que en el fondo no era tan machista como yo pensaba y que además me reía y mucho. Simplemente, me engancha, y hace que cada capítulo me parezca aún más corto que el anterior (y eso, con una duración media de 20 minutos, imagínate). Luego he intentado infructuosamente "vendérsela" a mis amigos y nadie ha querido verla... Por eso no sé cómo explicaros que merece (y mucho) la pena, más allá que un simple parche anti-huelgas. Eso sí, por una vez y sin que sirva de precedente, os recomiendo verla doblada, porque en mi opinión, casi todos los personajes ganan con el cambio.