Imagina que te encuentras con unas amigas de la infancia cenando, de esas que saben todo sobre ti: desde donde tienes los lunares hasta que tipo de mirada implica cada sentimiento. De repente ves que al final de la sala hay un televisor con, casualidades de la vida, la imagen del actor de moda (Miguel Ángel Silvestre. Sí, lo sé, soy una pesada, pero de verdad comienzo a enamorarme de su cuerpo, su cara, sus ojos, su voz y hasta su edad-25)

La conversación entre nosotras comienza a disminuir hasta que de repente, ensimismadas en la pantalla, observando a este pivón, vemos como el volumen comienza a subirse... ¿la razón? El dueño del restaurante debió escuchar esos comentarios, que posiblemente no serían en voz baja, y decidió subirnos el volumen para que pudieramos marujear.

Conclusión: ¿por qué debéis ver "Sin tetas no hay paraíso"? Porque el tío merece la pena, la serie tiene un alto contenido social y puedes utilizar la noche de los miércoles para hacer esas fiestas de pijama con las amigas de siempre.