Estos últimos días he estado viendo la novena temporada de CSI y me arrepiento muchísimo de no haberla visto a ritmo de USA. Quizá uno de los motivos por los que mi subconsciente se negaba a verlo era saber que Grissom se marchaba -ufff ¿qué sería de CSI sin Grissom que es su pilar básico?-. Pues dejando este prejuicio a parte, y como en verano hay más tiempo libre y muy pocas series que ver, me puse manos a la obra.
La primera conclusión que saqué es que el adios de Grissom no fue una marcha triste, todo lo contrario, todo el mundo le agradece lo que ha aprendido de él y sabe que necesitaba irse para tener vida propia (o lo que es lo mismo, seguir con su relación con Sarah en Costa Rica).
¡Hasta pronto Gil!
La segunda conclusión es que tanto el sustituto que le han buscado, el Doctor Ray Langston (interpretado por Laurence Fishburne), como los guiones que han escrito para él son magníficos. Su personaje es introducido en la serie durante la investigación de un imitador de un asesino en serie, el cual se encuentra en la cárcel e interviene por videoconferencia en un curso que imparte el Profesor Langston en la Universidad de Las Vegas. De está forma conoce a Grissom y este le informa de la vacante libre en los CSIs.
Sabemos que CSI tiene unos guiones bastante serios, pero los primeros capítulos de Fishbourne tienen un toque cómico, ya que es Doctor, Profesor, pero... un CSI de nivel 1, en conclusión: un novato. Aunque con actos como el que veremos a continuación se da a valer -y a querer- en el departamento.
Como siempre os recomiendo ver esta temporada en cuanto la estrenen en AXN o, en su defecto, meses más tarde en TeleCinco.