Necesitamos que la tele descanse y reponga las pilas, a ver si vuelve con nuevas ideas y con el propósito de deshacerse de todo eso que no funciona.
A pesar de este artículo de Fórmula TV donde dice que este año más que nunca las cadenas de televisión buscan ahorrar como sea y se olvidan del espectador (por unos motivos que no atino a comprender, por cierto) yo creo, sin embargo, que este año es diferente, precisamente por un gran contraste de programas que no están y programas que no han echado el cierre.
Recuerdo con nostalgia mis veranos de la infancia y de la adolescencia (siempre lo hago, que nadie se preocupe). Yo, que pasaba me iba de vacaciones a un cámping de la costa recuerdo que apenas veía un ratillo de televisión. Por las mañanas, quizá, cuando echaban Dawson Crece, lo veía mientras desayunaba y a mediodía mis padres ponían las noticias de fondo, especialmente a la hora del tiempo (viviendo prácticamente a la intemperie esto es bastante importante). No echaban nada más (o quizá sí, pero desde luego, nada interesante) y yo no necesitaba ver más. Prefería días enteros en la playa o la piscina, o jugando al parchís... Cualquier cosa era (y es) más interesante que estar pegada a la televisión y nunca creí estar perdiéndome nada.
Ahora, todo eso ha cambiado (al fin y al cabo, veraneaba en Oropesa del Mar y parte de mi cámping ahora es Marina D'or). Algunos programas que tenían por costumbre quedarse en verano (como el de AR, e incluso las recetas de Arguiñano se hacían desde la playa) esta vez no están, es cierto.
Pero son más los programas que empiezan, que dejan paso a otros nuevos, o que simplemente no descansan en verano.
Un programa que se va, el domingo, es Pasapalabra. Cierto. Pero también es verdad que han estado emitiendo programas nuevos hasta entonces y se sustituye por programas (nuevos, eso nadie puede negarlo, anque no nos gusten) de Alla tú. La norma era poner programas repetivos desde julio hasta septiembre.
Cosas nuevas que echan: el programa de Inmaculada Galván en la 1 (no sé el nombre), 700 euros en Antena 3, Singstar o las tardes de Cuatro (con el programa de Joaquin Prat y Raquel Sánchez Silva y los dos concursos de después).
Cosas que no se van (ni con agua caliente): Mujeres y Hombres y Viceversa, Yo soy Bea y Está Pasando.
Y finalmente hay programas, que de verdad nos gustan, y que han dejado a sustitutos veraniegos. Estoy hablando, claro, de Sé lo que hicisteis y Buenafunte... ha salido un momento.
Es por ellos por los que si aún tuviese quince años y me fuese otra vez a la playa este mes tendría que elegir entre disfrutar del verano o no perderme cosas muy buenas (y aquí iba un vídeo de Berto cantando "Amor Pijo" con David Guapo o el último capítulo de Bertomansión, pero parece que las buenas gentes de Youtube sí que han desconectado del todo...).
En fin, que los veranos, sea por lo que sea, ya no son lo que antes, pero yo como espectadora que ha de quedarse en casa estudiando para Septiembre (otra cosa que no hacia antes) agradezco que muchos se hayan sacrificado para que yo no me aburra este verano.