He de avisaros antes de que comenceis a leer, que hoy estoy absultamente dormida y cansada. Tanto que no tenía excesivas ganas de escribir sobre Berto... En parte, el culpable de este cansancio (evitaré relacionar esto con el nombre de su compañía de teatro).
El programa estuvo... Bien. Diré que bien. Quizá más regular que bien, pero es que no me gusta ser cruel con la gente que no sale en OT.
Me explico: el principio del programa fue flojo, a Berto le pudo una responsabilidad que en realidad no debería ser tal (ya un día se hizo cargo del programa) y los nervios se apoderaron de él. A partir de la segunda tanda de anuncios la cosa mejoró.
El hecho de invitar a Dinio en su debut fue una buena y mala idea, buena porque un personaje así sirve para el lucimiento de uno mismo, y mala porque nadie espera este tipo de invitados en el programa, alguien que no da mucho juego y además ya la semana pasada estuvo el mejor actor porno de todos los tiempos (así lo presentó Buenafuente, ¡que yo no entiendo!). De todas formas veo que las entevistas de Berto mejoran las de Andreu, las cuales siempre he pensado que eran bastante flojillas.
La otra entrevista fue un clásico ya del programa, "la entrevista más larga y rara del mundo a Pedro Reyes". A Pedro también se le vió un poco cortado, quizá creyendo que Berto no sería capaz de seguir el tono absurdo de sus respuestas, pero quizá fuese él el que no estuviese a su atura.
En definitiva, un programa de altibajos, con la misma estructura del programa de Buenafuente habitual pero con el toque irónico e ilógico que caracteriza el humor de Berto que creo que nos hará mucho bien este verano y conseguirá algo inimagibale: que no echemos de menos a Buenafuente pero tampoco que no deseemos su vuelta.