Hace ya algún tiempo que no muestro mi amor por Berto en público.
Muchos de vosotros no habíais hecho caso, bien porque os da igual (lo más común) o bien porque me conocéis y formáis parte del grupo de personas que cree que me gustan todos (no os molestéis, ya los enumero yo: Berto, Ángel Martín, Arturo Valls, mi futuro marido Íker, Luis Piedrahita... Y hay más, pero esos son de los que me acuerdo ahora mismo).
Así que, claro, yo hablando de Berto, diciendo lo mucho que vale, lo que me gusta, lo que me río, en definitiva... Lo que merece la pena, y vosotros ignorándome.
Muy bien.
Pues se acabó. Ahora me vais a hacer caso porque tenéis que saber que Berto Romero ES UNO DE NOSOTROS.
Sí, pequeños, se ha pasado al lado oscuro. Oscuro... como un humo negro. O blanco, como un oso polar. O verde, como una selva. O azul, como el agua de la playa... Bueno, espero que lo hayáis pillado ya (y si no, tenéis razón, mejor dejad de leer esto).
Sí, amigos del humor y a la vez de lo friki: Berto ve Lost. Y además dice Lost y no Perdidos, como mandan las normas. Y firma con los números. Encima lee a Casciari, como todos nosotros. Le ha faltado mencionar a Lostzilla para que se me saltasen las lágrimas, pero le ha debido parecer mucha promoción ya.
Sólo por este detalle ha vuelto a situarse en el número uno de mi lista de personajes maritables.
¡Berto, sé mi Sawyer y yo seré tu Kate!
Y por cierto...
4 8 15 16 23 42 (guiño guiño)