Dentro de la fauna publicitaria, concretamente en la gran familia de los anuncios televisivos, podemos encontrar una especie llamada ‘Anuncios de colonia’. Esta especie suele ser visible en Navidad y San Valentín, aunque pueden también encontrarse ejemplares durante los primeros meses del año en tres momentos concretos: en marzo, por el día del padre; en mayo, por el de la madre; y en abril, por la llegada de las flores y el alborozamiento de las sangres juveniles.
Curiosamente, por lo general los anuncios de colonia para hombres no están dirigidos a los tíos (que los vemos sólo por curiosidad mientras esperamos que regresen Los Simpson), sino a las mujeres que van a regalar el perfume y a las que la firma de turno debe intentar engañar haciéndole creer que su novio, honrado mecánico de taller aficionado al tunning, puede convertirse en todo un George Clooney con la colonia adecuada.
Es por ello que, al analizar estos anuncios, es común encontrarse con un subgénero: los ‘Anuncios de colonia para hombre protagonizados por estrellas de Hollywood’, unos mágicos spots que nos permiten conocer muchas cosas no sólo sobre los actores del celuloide, sino también sobre nuestros propios hábitos:
Curiosamente, por lo general los anuncios de colonia para hombres no están dirigidos a los tíos (que los vemos sólo por curiosidad mientras esperamos que regresen Los Simpson), sino a las mujeres que van a regalar el perfume y a las que la firma de turno debe intentar engañar haciéndole creer que su novio, honrado mecánico de taller aficionado al tunning, puede convertirse en todo un George Clooney con la colonia adecuada.
Es por ello que, al analizar estos anuncios, es común encontrarse con un subgénero: los ‘Anuncios de colonia para hombre protagonizados por estrellas de Hollywood’, unos mágicos spots que nos permiten conocer muchas cosas no sólo sobre los actores del celuloide, sino también sobre nuestros propios hábitos:
- Un actor de éxito se echa Eau de toilette o una fragancia: la única colonia es la Chispas, y los perfumes son para las nenas.
- Caminar, si eres famoso, mola: en lugar de ruidos, lo que se escucha a tu paso es una banda sonora la mar de cool (a veces, además, la mar de water) que va al compás de tu paso.
- Las camisas estorban, así que durante el anuncio hay que quitársela y sonreír.
- La depilación láser se ha impuesto también entre los hombres de Hollywood.
- Las voces en español no venden: o el nombre de la colonia se dice en inglés o en francés, pero evidentemente nadie compraría marcas como “Agua Guay”.
A continuación veremos tres ejemplos que muestran la realidad de los puntos anteriores:
- COOL WATER - Josh Holloway
Como nos descubrió Joey en Friends, la vida de los actores de series no es tan buena como la de los actores de películas, y Josh Holloway da buena cuenta de ella en el anuncio de Cool Water. En él, camina feliz por un muelle, tras un duro día cargando cajas de pescado en la lonja de La Coruña para poder pagarse el billete a Estados Unidos. Risueño, sonríe al ver cómo un grupo de niños celebra que el Dépor jugará la UEFA y se dispone a coger el primer vuelo a Hawai para grabar un par de escenas de pasión con Evangeline Lilly y Elizabeth Mitchell. Un día normal en la vida de cualquier actor de series, vamos.
De repente, una morena de impresión aparece en su camino, pero Josh no puede perder el tiempo: su avión sale en poco tiempo y ni siquiera se ha quitado de encima el olor a percebes, así que antes de que la dama se le lance encima pidiéndole que la deslafleure (si no me habéis visto la quinta temporada de Lost no me habéis pillado el cutrechiste), se tira por un acantilado. Y como ve que la gachí se queda dudando si lanzarse tras él, se decanta por nadar al estilo mariposa… Para dejarla con la duda.
Finalmente, sale del agua sencillamente, sin aspavientos, porque fardar nunca ha ido con el bueno de Josh.
- DOLCE & GABBANA - Matthew McConaughey
Matthew McConaughey es la otra cara de la moneda. Hace películas, así que gana millones a espuertas y conduce un cochazo. De hecho, tiene tanta pasta que les ha comprado ropa de Dolce & Gabbana hasta a los paparazzi que le persiguen, que no es plan de que vayan por ahí dando la nota.
Si fuera español, el simpático Matthew habría puesto a parir a los fotógrafos que le siguen incluso dentro del hotel, pero por sus venas corre sangre escocesa, al estilo de James Bond, y tan sólo pone un gesto serio, estoico, que provoca el desmayo de la recepcionista. Paulatinamente, como marcan los cánones, se va despojando de la chaqueta y la camisa y finalmente se tumba en el sofá en postura totalmente relajada, dispuesto a ver la última película de Penélope Cruz…
¡Cuando descubre sorprendido que le han confundido con Guti y los periodistas de Cuatro se dedican a sacarle fotos, creyendo que está en el banquillo del Madrid! Evidentemente, el bueno de Matt se echa a reír, se le suben los colores (está bien hecho, ¿eh?) y pone su mejor sonrisa pícara. Sólo le falta decir: “¡Cómo sois los chicos de la prensa!”.
- GUCCI - James Franco
Sin embargo, el éxito no siempre aporta felicidad, y si alguien sabe de eso es James Franco. Su anuncio comienza mostrando un imponente rascacielos que en realidad es la cárcel de marfil del pobre James, que vive vestido de oscuro en un mundo en blanco y negro.
Su casa está vacía, porque lo malo de la riqueza y la fama es que al final la gente se cansa de que siempre pagues tú las copas y nadie quiere salir contigo, por corte, y a algunas modelos incluso les da por darte plantón alguna que otra vez. Pero no pasa nada: James se sirve un copazo de whisky, medita en su diván y llega a la conclusión de que no es que no tenga amigos, sino que lo que pasa es que todavía no saben la dirección de su nueva casa.
Esto queda claro cuando uno se fija de que acaba de mudarse y no ha terminado de decorar el ático: en su estudio tiene como veinte baldas de estanterías sin libros, y ni siquiera le ha dado tiempo a poner cortinas ni bombillas, de ahí el blanco y negro. Así que al final James decide que por sus santas narices él no cambia, y que pasa de que le traduzcan el anuncio al español. Y como muestra de rebeldía, se deja la camisa, la corbata y la chaqueta, ¡ea!
En resumen: tipos guapos y misteriosos que hablan idiomas, lo que evidencia que estos anuncios se dirigen a las chicas y no a nosotros… Porque, de no ser así, todos los anuncios de colonias se parecerían a los anuncios de Axe: