A estas alturas, muchos de quienes leeis estas líneas ya habréis caído en la tentación de leer el resumen de la finale de Lost que colgó Darkufo hace unos días. Aquellos que lo hayáis hecho pasaréis ahora -o habréis pasado ya- por diferentes fases anímicas totalmente normales, pero que pueden produciros una cierta angustia derivada bien de los giros argumentales descubiertos, bien del no saber cómo actuar ahora que conocéis parte del futuro.
En Spoilertown tenemos vocación de servicio público y, por ello, queremos atacar este problema de raíz analizando estas pautas de comportamiento. He aquí las diferentes formas de actuar ante dicho espóiler acompañadas de un par de consejos para superarlas:
Pérdida de fe (Síndrome de John Locke) – Entras en Darkufo esperando encontrar emoción y, conforme avanza el vídeo con las respuestas, tu pecho ralentiza su ritmo hasta latir como si estuvieras en clase de latín. Ahora sabes que ese ardiente beso del que tanto se habló quizá no sea para tanto. Que esa muerte prometida no era tan espectacular. Que el secreto que escondía el ataúd tiene toda la pinta de ser una nueva locura de los guionistas... Y comienzas a replantearte tu religión. Quizá el altar que le hiciste a Lindelof con las figuritas de McFarlane a su alrededor no tiene tanto sentido como pensabas, y el Dios Padre Abrams dejó claro con Misión Imposible 3 y Monstruoso S.A. que dista mucho de ser todopoderoso. ¿Acaso no hay un más allá con Michael Landon de portero junto a San Pedro?
Consejo: Tranquilízate. Recuerda que los capítulos, así leídos, parecen peores de lo que realmente son: ahí tienes a tu novia/novio, que te mira con lástima cada vez que le intentas explicar de qué puñetas va la serie ('¿Que un humo negro se carga a la gente estampándola contra los árboles? Cari... deja las drogas'). Además, el resumen que se ha difundido sólo contiene las líneas básicas del capítulo, y seguro que Desmond guarda un as en la manga.
Tocar las narices (Comportamiento Henry Gale) – Si no tengo dinero para comprarme un todoterreno, de alguna forma tendré que superar mis complejos, ¿no? Pues hale, a fastidiar al pesonal. Además, ¿de qué sirve saber algo si no puedes compartirlo con el mundo?
En cuanto terminas de leer cómo acaba la temporada, el tubo del teléfono está en tu mano y tus dedos se deslizan ágilmente marcando esos nueve números que te darán la felicidad: los del móvil del capullo que siempre arruina las fiestas-sorpresa del grupo diciéndole al homenajeado: 'eh, que esta noche no voy a poder ir a la cena, pero que espero que te guste el regalo'. Después de jorobarle adelantarle algunos acontecimientos sin importancia, te dedicas a pavonearte ante el resto del mundo lanzando indirectas tipo Gila en el ascensor: 'En el carguero hay un afroamericano que quiere morir...', 'Me da que hay un beso romanticón y todos sabemos que Sawyer no sale de la isla...', 'Se rumorea que Hiro Nakamura acaba de hacerse una cabañita en una isla por Japón...'.
Consejo: Ten cuidado y piensa bien en a quién le estás destripando el capítulo. En primer lugar, puede que haya gente que quieras que siga dirigiéndote la palabra -recuerda: la paciencia de los hermanos tiene límite-; en segundo, ten presente que hay gente que va al gimnasio y tiene un puñetazo más fuerte de lo que puedes sospechar.
Disimular y hacerse el sueco (Interpretación a lo Paolo, en paz descanse) – Te prometiste que no lo harías, pero lo has hecho... Y debes proteger el secreto. Tus amigos te preguntan qué crees que ocurrirá y tú, sonriendo por dentro, juegas con ellos: lanzas una hipótesis ridícula que ellos consideran posible para, después, argumentar con lo que ya sabes y dejarles caer que es posible que el muerto que Jack visita sea o no tal o cual personaje. Tú eres el gato y ellos, pobres ratones, bailan al son que tu mayor sabiduría marca.
Pero pronto te das cuenta de que lo que haces no es bueno. Son tus amigos... Te pasaban los deberes que tú no habías hecho la tarde antes, te prestan dinero para copas cuando estás sin blanca, te están pidiendo consejo porque confían en ti... ¿En qué clase de ser te estás convirtiendo?
Consejo: Que les den. ¡Ya que te vas a perder la emoción del giro final, al menos regocíjate participando de las cavilaciones de quienes no quisieron adelantarse a la Verdad! Pero recuerda siempre que, si han tomado la decisión de no pulsar el botón de play para leer el espóiler, debes respetar su decisión. El código de honor del lector de espóilers es claro a ese respecto.
Sensación de suciedad (Complejo de Michael) – Es la sexta vez que te duchas en una hora, pero el sentimiento de culpa no desaparece por el sumidero y tus lágrimas no alivian la presión de tu pecho. Has vuelto a hacerlo. Te lo prometiste y te has fallado a ti y a los tuyos. Llamas por teléfono a un compañero de Espoilereros Anónimos y, cuando le cuentas lo que has hecho, puedes sentir su decepción al otro lado del hilo: la vergüenza te embarga y te meces en cuclillas en el sofá. ¿Por qué no tienes fuerza de voluntad?
Consejo: No tienes que sentirte así, lo que has hecho es perfectamente normal. Todos hemos caído en la tentación de hacerlo, incluidos tus padres, y hay gente que incluso se deja llevar por ese deseo un par de veces al día... Si no es delito no es malo, y por mucho que digan los sacerdotes de la Lindeloflogía, no te quedarás ciego.
Esperamos sinceramente que estos consejos os sean útiles y os hagan más llevadera esta cuenta atrás... Y los largos meses de parón y espera.
http://spoilertown.blogspot.com/2008/05/la-espera-perjudica-seriamente-la-salud.html?showComment=1212083100000#c749344559499993193'> 29/5/08
Por fin llego el dia D... estoy que no puedo mas literalmente. Esta vida sin leer spoilers es demasiado para mi... Solo se lo del ataud que me contaste y que hoy buscando fotos de los puzzles de Lost (sí soy una friki, tengo uno que me regalo Ara junto con el muñequito McFarlane de Sawyer... en fins el kit completo jajaja) se me ha colado una foto de la ABC... que no se si habras visto de "algo" en una montaña (la estacion hydra?).
Mañana hipermadrugo que me tengo q bajar 3 capis de Lost. Que mala es la espera...